¿Perderá PRI la gubernatura?

Pepe Valencia
Si hoy fuese la elección de gobernador, el Partido Revolucionario Institucional mordería el polvo ante cualquier candidato opositor, sea éste del PAN, de Morena o independiente.

Los veracruzanos están irritados por la ola de violencia, por la corrupción, la pobreza, el desempleo y por el cinismo de ciertos servidores públicos enriquecidos de manera escandalosa.

Por primera vez en 86 años, el vetusto PRI se halla inmerso en una crisis que puede conducirlo a la derrota.

En  1988, este partido  casi pierde la presidencia de la república –y hay quienes aseguran que en realidad el triunfador fue Cuauhtémoc Cárdenas y que a la mala le fue arrebatada la victoria.

En el año 2000 la gente percibía que Vicente Fox  aventajaba para la elección presidencial, aunque muchos escépticos insistían en que el PRI retendría el poder, gracias a su estructura y triquiñuelas.

El desalojo de los jubilados de la semana pasada, sería la gota que derrame el vaso de la paciencia popular. Miles de veracruzanos no quieren saber nada del PRI y aseguran que votarán en contra.

La moneda sigue en el aire. Aunque a estas alturas no sabemos bien a bien quién podría ser el ganador de la gubernatura, existen las condiciones y las probabilidades de que un candidato no priista, sea el sucesor de Javier Duarte.

Con la inminente postulación por el PAN –tal vez en alianza con el PRD—, se agiganta la personalidad de Miguel Ángel Yunes Linares en lo que parece una imparable y creciente bola de nieve que arrasaría con lo que queda de un debilitado y dividido PRI.

Lo que acaso salvaría de una segura derrota a los priistas, sería que abortara la alianza del PRD con el PAN y que los del sol azteca registraran candidato propio, lo que aunado a los “independientes” pulverizaría el voto entre varios contendientes. De esta esta manera, el PRI podría alzarse con una eventual y pírrica victoria.

Esperemos el advenimiento de enero, que es cuando sabremos si hay alianza panista-perredista y conoceremos oficialmente los nombres de todos los candidatos que participarán en el proceso electoral del 2016.

Por lo pronto les anticipo una vez más que Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares aparecerán en las boletas como candidatos y que uno de ellos va que chuta para gobernador del estado.

Saludos, estimados lectores, y les deseo lo mejor para el año nuevo.








Mega deuda y escasez de lana

Pepe Valencia

En dos años, poco podrá emprender el próximo gobernador de Veracruz, estado de ocho millones de habitantes, con gigantesca deuda pública, exiguo presupuesto y donde imperan inseguridad, desempleo y miseria.

Con recursos económicos raquíticos, difícilmente ejecutará obras materiales importantes y por ello optará por la política y sentará las bases para allanar el camino de quien venga en 2018. No hay de otra.

Todos los aspirantes coinciden en lo prioritario de erradicar la corrupción de servidores públicos. La sociedad lo aplaude. Sin embargo, por lo general los candidatos cumplen menos de la mitad de sus compromisos de campaña.

Por lo pronto, nos agrada que Héctor Yunes Landa plantee entre sus 6 propuestas, cárcel sin derecho a fianza para servidores públicos corruptos y que éstos sean obligados a regresar lo que se roben o se les decomise la riqueza mal habida.

 Imaginen cuántos políticos enriquecidos irían a prisión y cuántos millones de pesos tendrían que reintegrar a los veracruzanos.

Los ciudadanos podemos coadyuvar denunciando y proporcionando nombres y datos de funcionarios y ex funcionarios ladrones, y exigir la aplicación inflexible de la ley.
Propongo también al próximo gobernador –y al actual si le alcanzaran el tiempo y el dinero—, la creación de un banco popular que otorgue créditos a bajas tasas y sin aval, a mujeres y hombres pobres, como el de Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz.

Y la construcción de un teleférico en Xalapa, con inversión privada y gubernamental, del cual ya existe anteproyecto, elaborado por el doctor en economía Lino Perea Flores. Generaría empleos, atraería turismo y ayudaría a resolver problemas de transporte y vialidad.

Los veracruzanos debemos permanecer atentos a las propuestas de campaña de los candidatos y exigirle al ganador su puntual cumplimiento.

Dos años constituyen apenas un suspiro en la historia, pero son suficientes para la trascendencia de un gobernador si recupera la seguridad para las familias veracruzanas y combate la corrupción hasta donde sea humanamente posible.

Así, salvo sorpresa de última hora de algún partido, se vislumbra en las boletas del primer domingo de junio a dos Yunes, uno por el PRI y otro por  PAN-PRD, como candidatos a gobernador.

Triunfará quien ofrezca la oferta más convincente a los potenciales electores. Ahí les queda la víbora chillando, por ahora a los primos Héctor y Miguel Ángel. Después a los que se agreguen a la lista de candidatos.